El pasado viernes 6 de agosto, a las 23:00 horas tuvo lugar, en el Edificio Lorenzo Irisarri y la antigua Iglesia de la Concepción, la “IV Gymkhana del Terror” organizada por el Verano Boom del Área de Igualdad y Ciudadanía del Excmo. Ayuntamiento de Constantina.
Unos 130 niños inscritos y alrededor de 60 más pequeños que entraron al final acompañados por sus padres, experimentaron una noche de terror en este antiguo colegio maldito que las organizadoras del evento se habían encargado de decorar a la perfección para causar verdadero pánico.
Los distintos escenarios (salón de actos, hall, aulas, servicios, antigua iglesia y patio convertido en cementerio), los magníficos figurantes metidos en sus respectivos papeles, la escasa iluminación, las proyecciones en las paredes y la música ambiente formaron una mezcla perfecta para provocar miedo real a los participantes.
Debían entrar al recinto por grupos de diez y resolver las distintas pruebas que la organización planteaba no sin sobresaltos y sustos provocados por los casi 50 voluntarios que componían esta edición el grupo de figurantes.
La trama este año era: “
Cuenta la leyenda que el colegio donde entraban estaba maldito desde hacía muchísimos años. Sucedían muchos fenómenos paranormales y extraños que despertaron la curiosidad de 6 de sus alumnas que decidieron entrar la noche del 6 del 6 de 1966 para invocar a los espíritus con la ouija en distintos lugares del colegio. Esa noche se les apareció el mismo diablo. Cuando volvieron a sus clases diarias, el 6 de cada mes cada una de esas 6 niñas fue muriendo en los distintos sitios donde habían invocado a los espíritus aquella fatídica noche...”.
El 6 de agosto de 2010, el colegio volvía a abrir sus puertas para que los participantes de la gymkhana salvaran las almas errantes de esas niñas. El grupo de "Los Sin Miedo" fueron los afortunados que lograron superar todas las pruebas y, por tanto, salvar los espíritus de las niñas...
Noche de gritos, sustos, pánico e incluso llantos, pero, sin duda, noche inolvidable para los valientes todos los que decidieron participar que, año tras años, aumentan en número.