martes, 19 de febrero de 2008

Nuestro personal de Ayuda a Domicilio recogió su merecido Cirineo 2008


Las seis trabajadoras de los Servicios Sociales de nuestro Ayuntamiento que componen la plantilla de Auxiliares de Ayuda a Domicilio, concretamente, Rosa Mª Arguijo, Mª Luisa Fernández, Mª del Robledo Ferre, Mª Carmen Romero, Rocío Pérez y Robledo Ávila, recibieron, el pasado viernes 15 de febrero la distinción "Cirineo 2008" concedida por la Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén, María Santísima de la Esperanza, San Juan Evangelista y Señora Santa Ana de Constantina.


El Cirineo del Año les fue entregado, de manos del Hermano Mayor de dicha Hermandad, Eduardo Heras, en el último día del Quinario al finalizar la Eucaristía en su Ermita.

Fue un acto solemne y un momento emotivo cuando las seis Ayuda a Domicilio enfilaron el pasillo para dirigirse al altar a recibir su merecido reconocimiento. La más antigua en plantilla de todas ellas, Rosa Arguijo pronunció unas palabras de agradecimiento en nombre de las seis.

El Cirineo del Año, es un homenaje a asociaciones o personas de nuestra localidad que destacan por su labor social y caritativa.

La Ayuda a Domicilio es una prestación básica de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de carácter social y sanitario, que tiene por objeto proporcionar, durante todos los días de la semana, en el propio domicilio, una serie de atenciones de carácter doméstico, asistencial, de apoyo psicológico y rehabilitador, a los individuos y las familias con dificultades para mantener o restablecer su bienestar físico, psíquico o social, fomentando la permanencia en su propio hogar con la suficiente autonomía mientras sea posible y conveniente.

A pesar de la dificultad que entraña su trabajo, ya que la mayoría de sus beneficiarios son personas mayores y/o enfermas y aunque no se trata de una labor altruista, el cariño, la dedicación y el afán que tributan a sus usuarios, sobrepasan las meras obligaciones y responsabilidades laborales.

La entrega de todas ellas y el empeño que confieren a lo que hacen, rebasa las exigencias profesionales, por ello, sin lugar dudas, se trata de un merecido homenaje con un doble valor: el premio en sí y la apreciación y consideración de su labor.