*Transcribimos el emotivo artículo aparecido el 17/10/07 en ABC de Sevilla, firmado por Gloria Gamito, donde se describe la entrega del I Premio Periodista Manuel Ramírez
Emotiva entrega del I Premio Periodista Manuel Ramírez a la Solidaridad
GLORIA GAMITO.SEVILLA
El padre Leonardo Castillo, un santo que muchos sevillanos hemos tenido la fortuna de conocer, llamaba santos a la gente: San Antonio, San José Luis, Santa Lola... Cuando llamó San Manolo a Manuel Ramírez, ex director de ABC de Sevilla, fallecido repentinamente el pasado 23 de marzo, acertó de pleno, porque nuestro compañero además de ser un gran profesional era, fundamentalmente, un hombre bueno. Él se implicó de lleno en la obra social del padre Leonardo con los enfermos, los discapacitados y los presos por bandera, y fue fundador y presidente de la Fundación Padre Leonardo Castillo-Costaleros para un Cristo Vivo.
Por eso, la emoción fue muy grande ayer en la entrega del I Premio Periodista Manuel Ramirez a la Solidaridad a la Fundación. Si el objetivo del premio que patrocina la Confederación de Empresarios de Andalucía, CEA, donde Ramírez vivió su última etapa profesional, y convocan la Asociación de la Prensa de Sevilla y la Asociación por el Progreso de la Comunicación, APC, es mantener viva su memoria y resaltar el compromiso social que marcó su vida, ayer se superó con creces. A casi siete meses de su muerte, Manuel Ramírez está muy presente en el corazón y en la mente de todos cuantos le quisimos, que somos muchos.
El salón de actos de la CEA estaba al completo de familiares, amigos, periodistas, costaleros y representantes de la sociedad sevillana. No faltó el vicario general de la Diócesis, Francisco Ortiz, ni el jefe superior de Policía de Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra, así como Juan Rojo, comisario de Sevilla.
De Constantina, donde estaban «sus raíces, sus devociones y su alma», acudieron muchísimas personas, encabezadas por el alcalde, Mario Martínez, entre ellas su fiel Antoñito. Como decía José Luis Ortiz, hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora del Robledo, la CEA parecía «la calle Mesones».
El periodista Manuel Rodríguez actuó de presentador. Nani Carvajal, presidenta de la Asociación de la Prensa de Sevilla, destacó que el premio reivindica el ejemplo de un buen hombre que animaba a todos confiando en su Dios y en el padre Leonardo: «Es un premio a la bondad en herencia de un periodista bueno y solidario». Ricardo Ríos, presidente de la Asociación para el Progreso de la Comunicación, destacó que era fraternalmente solidario y que «en él rebosaba la fraternidad de la que la sociedad está cada vez más necesitada». Luego glosaron su figura cuatro periodistas y amigos. Félix Machuca resaltó su sentido del humor, «guasón y zumbón», su forma de ayudar a los amigos y contó cómo en 1982 le grabó con cámara oculta sus tribulaciones en la mili como cazador de montaña en Lérida. Rafael Moreno se centró en sus buenas maneras taurinas y por ellas «era admirado, bien querido y seguido con respeto por la gente del toro». María Luisa Roldán, que alabó sus valores claros y su compromiso social, citó los adjetivos que le dedicó Ignacio Camacho en su artículo «Uno de los nuestros» y escogió cuatro: generoso, honesto, humilde y divertido. Juan Teba se refirió a su sonrisa, que calificó de «muy particular porque desarmaba y daba seguridad».
Fue la viuda de Manuel Ramírez, Concha Mejías, quien hizo entrega del galardón, la torre de Constantina en plata de Talleres Marmolejo, al presidente de la Fundación Isacio Siguero, que en su intervención destacó la faceta solidaria de Manuel Ramírez y alabó la labor del padre Leonardo Castillo, «que su ejemplo sea la voz que despierte a la sociedad».
Cerró el acto Santiago Herrero, presidente de la CEA, que con emoción dijo que Ramírez le honró con su amistad y el premio pretendía «honrar su memoria y seguir el ejemplo que él nos dio».